20 de enero de 2014

Mis lugares para leer

¡Hola chicos!
En esta ocasión no voy a colocar reseñas jeje. Ahora les voy a compartir una de las cosas que me gusta hacer para leer...

La otra vez que andaba indagando en las entradas, descubrí una que hablaba sobre las manías lectoras que tiene Montse. Y me dije: "¿Porqué no he de hablar yo de las mías?"
Así que me decidí compartirles en esta entrada que hago mientras leo.
En primera instancia, tengo un montón de lugares preferidos para leer. Para mí, no hay que perder ocasión para leer un libro y como casi no tengo tiempo libre para encerrarme en mi cuarto, debo encontrar un buen lugar, especialmente al aire libre, para concentrarme. A veces leo con música y otras veces no, aunque esto ya depende del libro, si necesita ambientación  o no (como suelo llamarle para las escenas de acción o de romance). Esto me ayuda mucho a avanzar la lectura, aunque para los más duros necesito plena concentración, por lo que con ellos ya no uso música. A veces también leo en mi cuarto o en mi trabajo (pues a veces tenemos mucho tiempo libre).
Toluca (la ciudad en donde vivo) tiene muchos lugares donde puedes leer a gusto sin ser interrumpido y por ello me decidí hacer una recopilación de mis lugares favoritos para leer:

Galerías Metepec
Cuando estaba en la facultad, me iba a leer ahí entre semana, pues casi no hay gente, especialmente de 2:00 a 4:00. No hay ruido ni gente, y podía sentarme a leer, con música o sin ella..





Plaza Ma. Ángel Garibay:
Pues como está enfrente de mi trabajo y en ocasiones llego una hora antes (jeje), me quedo aquí leyendo en lo que da la hora. A veces hay mucho ruido por los camiones y los jóvenes que salen de la secundaria, pero pues eso es lo de menos, cuando te metes en la historia. Aunque eso sí, es incómodo cuando un individuo llega y te quiere vender algo o te pidan dinero.



Grand Plaza:
Cuando no hay gente (QUE ES CASI NUNCA ¬¬) es un lugar bueno para concentrarte, además que tienes la seguridad de que te puedes sumergir sin que llegue alguien a venderte algo o te pidan dinero como en la Plaza Ma. Ángel Garibay.



A un lado de la catedral:
Definitivamente mi lugar preferido por sobre todas las cosas, pues aparte de que está al aire libre, es un lugar muy tranquilo, no hay gente que te moleste (porque está bien escondidito)  y si el libro pide que le ponga música para ambientarlo, no me preocupo porque me meta tanto en la historia.



El parque enfrente del Mumci:
Naturaleza, camiones, niños corriendo... Bueno, tal vez no se antoje tanto con mucho ruido, aunque no voy a negar que es el único lugar donde puedo sentarme a leer a la sombra de un árbol sin ser interrumpida. Y bueno, si el libro engancha, el ruidero pronto se disipa.

Los Portales:
Este bello rinconcito de Toluca es uno de mis favoritos para leer. Aunque pasa mucha gente, hay varias banquitas donde puedes sentarte a leer sin que nadie te interrumpa (salvo los novios que de repente se sientan al lado de una, pero terminar por irse al cabo de unos minutos). Además, si me siento abajo del árbol de las Manitas, tengo una sombra genial.


El autobús:
Definitivamente, cuando el tráfico está pesado y sé que me voy a tardar las horas, prefiero abrir el libro y comenzar a sumergirme en la lectura. A veces escucho música, aunque eso depende del libro.



¿Y qué hago mientras leo? Pues más que nada imaginar e imaginar. Como a mí nunca me ha gustado rayar los libros, tengo una libretita donde anoto algo que me llamó la atención de ese libro (aunque normalmente son citas que me llaman la atención) o trato de retenerlo en mi cabeza y ya para una consulta sólo me acuerdo del libro y busco la página. La mera verdad, es muy difícil que pare si la lectura me ha atrapado. Hay veces que hasta me olvido en donde estoy y si no es por las campanadas de la iglesia o de Rectoría, no me doy cuenta que es hora de irme a mi trabajo. Asimismo, cuando estoy en mi cuarto, la música es la que me indica la hora de dormir o hasta que los ojitos comienzan a cerrarse.
También me gusta mucho leer mientras llueve y en ocasiones ni siquiera utilizo la música para concentrarme, aunque esto suele pasar más en la noche de los días que descanso .

Al finalizar la lectura: -que normalmente es cuando me interrumpe el reloj o debo volver al trabajo-, pongo un separador en la hoja donde me quedé, parpadeo por unos instantes para volver al mundo real y saber en dónde estoy, guardo el libro en mi bolso, reflexiono sobre lo que leí y si saqué la libreta donde anoté las citas, la guardo también para luego revisarla.
Finalmente, camino un rato hacia mi trabajo, reflexionando al tiempo que vuelvo al mundo real.O en su defecto, en mi cuarto o en el trabajo, parpadeo y cierro el libro, para volver a la realidad.

1 comentario:

  1. soy un principiante de la lectura mi primer libro que leí fue anatomía humana de Fernando Quiroz después como dijo peña nieto la biblia después raíces habla de la esclavitud y la libertad de medicina ortoprotesica soy ortoprotesista egresado del INMR luego leí algunos de chistes otros religiosos,motivacionales,misticos,deportivos, periódicos,revistas políticas,pero los que mas cuestan trabajo de comprender son los espirituales los relativos a la biblia a los que tratan de tu condición interior no cuesta ningún esfuerzo leer a lobsang rampa casi no requiero de concentración el libro por si mismo diría usted me engancha me atrapa pero ahora que por ejemplo leo a tomas de Kempis me cuesta trabajo vivir en el libro a usted que sabe de leer le pregunto debo imaginarme en alguna posición al tiempo que leo o que debo hacer para mejorar la comprencion del libro que este leyendo

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